jueves, 7 de abril de 2016

Maceta, haz tu maceta

ChulucanasGym

Cómo reaprovechar los espacios aburridos de tu casa reaprovechando inservibles.

 

Por equipo ChulucanasGym

 

Una pared vacía y un atleta bajo tensión. Es la combinación ideal para reciclar. Foto por Nelson Peñaherrera C / © FACTORTIERRA.NET. Modelo: Alfredo Rivera.

 

Poco espacio y muchos desperdicios. La tendencia de la vida actual nos ha llevado a habitar en espacios muy pequeños y el poco tiempo libre nos lleva a depender del plástico, lo que aumenta nuestros niveles de tensión.

A veces entrenamos a la volada porque el tiempo no nos alcanza, o a veces no podemos ir a entrenar por esa razón. Eso nos frustra mucho.

Sin embargo, es posible darle vuelta a esta dificultad y emplear el poco tiempo libre en una terapia de relajación que nos permita aprovechar al máximo las superficies mínimas que tenemos, que reduzcamos lo más posible los inservibles que podrían causarnos hasta enfermedades, y que encima, como valor adicional, nos permita ahorrar dinero.

El ingeniero Iván Mazo Valencia, de GEMA RS, nos propone tres interesantes, divertidos y saludables proyectos basados en el clásico concepto del hágalo-usted-mismo.

 

Tomate coqueto

El tomate es una planta rastrera, lo que significa que se expande por el suelo sin patrón fijo. Pero, ¿qué pasaría si la ponemos en altura?

Resulta que la planta de tomate tiene cierta estética que puede servir para decorar los espacios más amplios de tu casa, como la sala.

Necesitamos: un botellón plástico (5 l o superiores) o una galonera de aceite, compost, semillas de tomate.

Cortamos el recipiente a lo alto y le practicamos huecos  pequeños en su superficie, la rellenamos con compost o tierra, le sembramos las semillas de tomate y lo humedecemos. Colgamos el recipiente ahora convertido en maceta usando algún soporte o urdido de macramé.

En poco tiempo, los brotes del tomate aparecerán por los huecos y la gravedad los atraerá al suelo: el tomate es ahora una planta ornamental, la que, cuando produzca, te dará frutos que te pueden sacar de un apuro si quieres preparar una ensalada o comer algo saludable.

 

Microjardín colgante

¿Qué pasa si no tienes espacio en el suelo para tener tu jardín o tu huerta? Simple. Usa la pared. Sí, la pared.

Necesitamos: botellas plásticas de tres litros, compost, semillas diversas, driza o alambre delgado de fierro.

Primero tenemos que conocer el alto de la pared a intervenir para determinar cuántas botellas necesitamos usar. Se las corta a lo alto y se les pone compost o tierra. Asegúrate que en la parte inferior de la botella (la parte ‘gordita’) hallan agujeros pequeños. Se las une con la driza o el alambre a manera de escalera, y se siembra en el nivel superior aquellas plantas que requieran más agua, y en cada nivel inferior las que requieran menos agua. Vale la pena que te asesores con un especialista para saber este detalle. La cuelgas y listo.

La mecánica es simple: riegas el nivel superior, y por filtración, éste regará los niveles inferiores.

La idea es que en cada nivel siembres una especie distinta, con lo que tendrías variedad. Obviamente, puedes usarla para tener un simpático jardín o una huerta.

 

La gente que hace deporte necesita darse tiempo para entrar en contacto con la Naturaleza, por su salud física y su salud mental. Foto por Nelson Peñaherrera C. / © FACTORTIERRA.NET

 

Alforja de papas

el aporte nutritivo del Perú hacia el mundo no solo crece en la sierra sino en tu  propia casa –asumiendo que no vives en la sierra- y de forma saludable. Recuerda que la papa es fuente de proteína y carbohidratos.

Necesitamos: un costal de fibra vegetal, una papa, compost.

Básicamente tienes que rellenar el costal con compost, sembrar la papa, humedecer y esperar su ciclo vegetativo. En condiciones normales, por cada papa que siembras, debes cosechar otras diez.

Ah, no olvides que el agua de la cocción de la papa es un excelente tónico para evitar o tratar la inflamación renal.

 

Acción simple, efecto enorme

Ahora sí, imagina tener los tres proyectos en casa. ¿No te parece una forma distinta de usar el espacio, de darle otra vida a los inservibles, de aprovechar mejor tu tiempo, y –lo mejor- de cuidar el ambiente?

De hecho, el primer impacto será enviar menos desperdicios a los rellenos sanitarios o evitar que nuestros espacios públicos urbanos y rurales se contaminen innecesariamente.

 

3 comentarios:

  1. Esun proyecto interesante. Me gustaría ver fotos de los resultados. Mantenerse en contacto con la naturaleza es sano, no solo para el cuerpo, también ayuda a nuestra salud mental.

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  2. Esun proyecto interesante. Me gustaría ver fotos de los resultados. Mantenerse en contacto con la naturaleza es sano, no solo para el cuerpo, también ayuda a nuestra salud mental.

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  3. Gracias por el comentario. definitivamente lo ideal es alcanzar un equilibrio de cuerpo, mente y espíritu. Puedes ver una foto de Iván Mazo, quien nos dio la idea para este artículo, en este enlace: http://fb.me/708GZ3wHG

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