Por ChulucanasGym
Modelo: Henry Hernández*
Hablando en términos estrictamente clínicos, la genética sí influye en la construcción del cuerpo que deseas. Es decir, todas las características propias de tu ser y que te vienen heredadas por generaciones influyen en tu capacidad de incrementar masa muscular, o perder grasa corporal, o tener mayor resistencia, o tener mayor fuerza... o todas, o ninguna.
Sin embargo, la genética no determina por completo tu forma corporal final. Si bien no podrás cambiarla en su programación, sí podrás conocerla para irle sacando ventaja, o balanceándola al nivel que estás buscando a través de una dieta, un entrenamiento y un régimen de descanso debidamente diseñados y seguidos con toda la disciplina que te sea posible.
Es probable que también necesites suplementación, pero solo aplica en los casos cuando se pruebe clínicamente que tu cuerpo posee algún tipo de déficit o carencia y es necesario recurrir a la medicina para compensar allí donde falta. Cabe indicar que este 'empujón' extra siempre tiene que estar aconsejado por un médico o un nutricionista de confianza.
Pero, ¿cuánto tu genética te juega o no a favor? Lo primero que debes tener en cuenta es cuál es la forma primaria de tu cuerpo o biotipo, el que se constituye en tu primer indicador visible... a menos que quieras someterte a pruebas de laboratorio, que siempre serán mucho más seguras:
- Si tiendes a estar delgado, por lo mismo no acumulas mucha grasa corporal y tu masa muscular es poca, tu biotipo podría ser ectomorfo.
- Si tiendes a engordar, acumulas mucha grasa corporal (la que no debe confundirse con masa muscular), tu biotipo podría ser endomorfo.
- Si tiendes a tener masa muscular sin necesidad de ejercitarte, no acumulas grasa corporal (o te puedes deshacer rápidamente de ella), y tu contextura siempre guarda rasgos atléticos, tu biotipo podría ser mesomorfo.
Dependiendo de cuáles sean tus metas deportivas, se tendrá que diseñar un plan que funcione específicamente a tu biotipo. Por lo general los ectomorfos y endomorfos requerirán un tipo muy especial de entrenamiento, y su capacidad de alcanzar el físico que buscan puede tomar varios meses o hasta años; en cambio, los mesomorfos podrían tomar unos meses en mejorar su forma y de allí apuntar al objetivo físico que buscan. Por eso, recuerda siempre que lo que parece funcionar en otra persona no necesariamente funcionará contigo.
Por otro lado, si no eres mesomorfo, no te desesperes ni busques 'soluciones mágicas'. Paciencia, buen humor y disciplina tendrán que ser tus constantes.
Igual si eres mesomorfo, no peques de autosuficiente porque una cosa es tener algunas ventajas comparativas físicas respecto a otras personas, pero descuidarse no garantiza estar en forma.
en base a este primer dato y a tus objetivos de desarrollo físico, se diseñará tu plan de alimentación y tu régimen de entrenamiento. Aquí no podemos darte una fórmula de uso general; simplemente te recomendamos que dialogues mucho con tu instructor para realizar el diseño y tener algún mecanismo que permita controlar progresos (usualmente será las medidas corporales, el rendimiento en los entrenamientos, tu propia capacidad de motivación).
Lo que sí es común para todos los biotipos es el tiempo de descanso. Sea cual fuere tu actividad deportiva, ocho a diez horas de sueño profundo te permitirán recuperarte y construir la forma deseada.
Pero si tu estilo de vida no te permite tantas horas de descanso, debes trabajar seriamente en disciplinarte mediante un horario, el que seguirás con entusiasmo y actitud.
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* Henry hernández, el modelo de esta historia, es también un entrenador personal que vive en Chulucanas. Puedes contactarlo directamente a su cuenta de Facebook o dejarle una pregunta aquí abajo.
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