miércoles, 23 de febrero de 2022

Don’t do later the routine you can do now


If in your daily schedule, you have to work out right now, and you suddenly think that should wait without any reason than making it to wait, or because there was suddenly another type of lighter activities to do not meaning a priority, you are possibly procrastinating – leaving for tomorrow what you must or can do today.

 

No one is procrastinating-free on his physical training. The question you must ask is why you are doing it. The classic answer you could have is “I feel lazy,” what means you are discouraged. This littleword submit us immediately to our mind.

 

The choice of signing up in a training plan, attending the gym or waiting for the trainer, and especially accomplish the day’s routine, is a decision before anything. Amid many chances, you choose the most convenient, adequate, right, valid. You choose the optimal one within other such as good, regular, or bad  ones, anyway.

 

That is the rational path. What happens when we decide not to follow it up and we do all the opposite to what we have initially considered as the best choice?  In many places and many trainers can try many answers, but if we go in depth about everything, we could get focused on three those use to make us a short circuit at the time of starting to work out.

 

  • The first one is the fear. It’s the sensation warning us about a real or imagined peril that can provocate two reactions: freeze us or going in reverse.
  • The second one is the guilt. It consists in feeling responsibility about that was done or wasn’t done, and that ended into a negative consequence. The classic reaction is we are constantly blaming about that was or wasn’t and that should be.
  • The last one, but not less important, is the shame. It’s basically about hiding us or make us little when we feel our point of view or many people’s seem to disapprove us in a fulminant or mocking way. Our reaction in this case is vanishing out of the map no matter the price.

 


Is there a solution?

Read again the concepts and the reactions of those three deep causes and you’ll notice the first two ones depend much on us as individuals. In the third one, what the rest believe or think about us contributes. Whatever, all can be part of something that uses to name backpack or these ballasts we carry on everywhere, the most of times like useless stuff because they don’t let we advance until assessing our goals.

 

So, following up the line, when you feel what you must or can do today begins to be postponed for any debatable reason or without a reason, push pause and analyze absolutely quietly  and in a very calm way if you are feeling fear about something or someone, if you’re feeling guilty about something or somebody, or if you are not able to hold on your own scrutiny or the others.

 

If you can do it mentally, you go good, but if that costs you much work, write it, read it, read it again, and ask yourself – can I solve it? If it depends on you, and it’s urgent, think of an action plan, or go working out and with a clearer mind, start solving it just later.

 

If you feel the solution depends on you but you are going to need some type of advice or orientation, look for somebody you rationally know to have a wide, balanced criterion  to light your way, or attend without scrubs to a mental health professional. Meditation or yoga also help, and much.

 

Finally, learn to organize your life in a realistic way, with times, tasks, and goals you know you’re going to reach into a determined deadline. It costs but remember your first training day – the better is felt when finished. And never, never leave for tomorrow what you must or can do now. Do we start?

 

Comment this in the box below or on our Twitter account. Would you like to learn more? Write us at chulucanasgym@gmail.com

The photographs featured on this entry are part of ChulucanasGym Archives. 

No dejes para después la rutina que puedes hacer ahora


Si en tu agenda diaria ahora mismo te toca ejercitar y de pronto crees que eso debería esperar sin otra razón que hacerlo esperar, o porque de pronto había que hacer otro tipo de actividades más ligeras que no representen una prioridad, posiblemente estés procrastinando: dejando para después lo que debes o puedes hacer ahora.

 

Nadie está libre de procrastinar en su entrenamiento físico. La pregunta que debes hacerte es por qué lo estás haciendo. La respuesta clásica que podrías tener es “tengo pereza”, en otras palabras, que estás desmotivado. Esta palabrita nos remite inmediatamente a nuestra mente.

 

La elección de inscribirte en un plan de entrenamiento, asistir al gimnasio o esperar al entrenador, y especialmente cumplir con la rutina del día, es ante todo una decisión. En medio de varias posibilidades, optas por la más conveniente, adecuada, correcta, válida; en fin, eliges la óptima en medio de otras tantas buenas, regulares o malas.

 

Ése es el camino racional. ¿Qué pasa cuando decidimos no seguirlo y hacemos todo lo opuesto a lo que inicialmente habíamos considerado como la mejor opción? En muchos sitios y muchos entrenadores pueden ensayar varias respuestas, pero si vamos a la raíz de todo, podríamos enfocarnos en tres que suelen hacernos corto circuito a la hora de empezar a ejercitarnos.

 

  • La primera es el miedo. Es la sensación que nos advierte de un peligro real o imaginario que puede provocarnos dos reacciones: paralizarnos o ir en sentido contrario.
  • La segunda es la culpa. Consiste en sentir responsabilidad por aquello que se hizo o que no se hizo y que terminó en una consecuencia negativa. La reacción clásica es que constantemente nos estamos acusando por aquello que fue o no fue y que debió ser.
  • La última, pero no menos importante, es la vergüenza. Básicamente se trata de ocultarnos o hacernos pequeños cuando sentimos que el punto de vista nuestro o de mucha gente parece reprobarnos de forma fulminante o burlona. Nuestra reacción en este caso es desaparecer del mapa al precio que sea.

 


¿Hay solución?

Relee los conceptos y las reacciones de estas tres causas profundas y notarás que las dos primeras dependen mucho de nosotros como individuos; en la tercera participa lo que el resto piensa o cree de nosotros. Sea como sea, todo puede formar parte de algo que suele llamarse mochila o aquellos lastres que llevamos a todas partes, muchas veces como cosas que no necesitamos porque no dejan que avancemos hasta conseguir nuestros objetivos.

 

Por lo tanto, siguiendo con la lógica, cuando sientas que lo que debes o puedes hacer hoy comienza a ser pospuesto por cualquier razón discutible o sinrazón, pon pausa y analiza en silencio absoluto y de forma muy serena si estás sintiendo miedo por algo o alguien, si te estás sintiendo culpable por algo o alguien, o si no eres capaz de soportar tu propio escrutinio o el de los demás.

 

Si puedes hacerlo mentalmente, vas bien, pero si te cuesta trabajo, escríbelo, léelo,léelo de nuevo y pregúntate: ¿puedo resolverlo?Si depende de ti, y es urgente, piensa en un plan de acción, o ve a ejercitarte y con la mente más clara comienza a resolverlo justo después.

 

Si sientes que la solución depende de ti pero vas a necesitar algún tipo de consejo u orientación, busca a una persona que tú sabes racionalmente tiene un criterio amplio y equilibrado para darte luz en el camino, o acude sin problemas a un profesional en salud mental. La meditación o la yoga también ayudan, y mucho.

 

Finalmente, aprende a organizar tu vida de forma realista, con tiempos, tareas y metas que sabes vas a alcanzar en un plazo determinado. Cuesta, pero recuerda tu primer día entrenando: lo mejor se siente al terminar. Y nunca por nunca dejes para mañana lo que debes o puedes hacer ahora. ¿Comenzamos?

 

Comenta esto en la caja debajo o en nuestras cuentas de Facebook y Twitter. ¿Te gustaría aprender más? Escríbenos a chulucanasgym@gmail.com

Las fotografías presentadas en esta entrada son parte del Archivo ChulucanasGym.