miércoles, 1 de abril de 2020

El entrenador en los tiempos de pandemia

Cuando el gobierno peruano ordenó que toda la población del país (alrededor de 30 millones de personas) debía entrar en cuarentena obligatoria para evitar contagios por Covid-19, la nueva cepa de coronavirus, al fisicoculturista y campeón nacional José el Churre Escobar se le ocurrió que una forma de entrar en contacto con los alumnos de su gimnasio, el Churretec, ubicado en San Miguel, Lima, era mediante Facebook Live.


Todas las noches a las 19:15 hora peruana (2:15 en la Comunidad Europea), José muestra una clase completa con alguna de sus rutinas de potencia. Y si alguien no llega a ver el video en vivo, el archivo queda disponible para analizarlo o descargarlo en otro momento. Y como Facebook permite los comentarios, la gente puede usar esta función para preguntar si tiene dudas.





No es el único entrenador que ha descubierto la ventaja de esta red social para dirigirse a sus alumnos y a quienes aspiran a serlo. En Paita, Piura, Félix Oviedo (a quien conocimos por su iniciativa de hacer aeróbicos en una playa local) ya lo venía usando como herramienta de promoción para su gimnasio, el PerfectBody, con una buena acogida no solo por su gente alrededor sino la que ni siquiera vive en su ciudad.





Por lo menos en Perú, las autoridades han señalado a las discotecas y los gimnasios como los lugares donde los contagios parecen haberse concentrado. Explicaron que debido a la aglomeración de público en ambos espacios, especialmente jóvenes quienes manifestaron no tener síntoma alguno del Covid-19 se fueron infectando unos a otros, y al llevarlo a su casa terminaron infectando a toda su familia o a sus compañeros en el centro de trabajo.


Si las autoridades de tu país o tu región han explicado la infección comunitaria de este tipo de virus de la misma manera, es obvio suponer que cuando acabe la cuarentena, los gimnasios serán uno de los espacios públicos que estarán sujetos a mayores controles. Si tú trabajas allí, o más aún si eres propietario, podrías enfrentarte a una clausura si es que no sigues las normas locales al pie de la letra. Por lo menos, la inmediata podría ser que las  máquinas estén alejadas entre uno a dos metros una de otra, o que quizás la clase de aeróbicos exija tener la misma distancia o superior. Habrá que esperar la norma para actuar.


En todo caso, tus tareas son básicamente dos: cumplir la norma y reinventarte. En el primer caso, es obvio que si te exigen la lejanía física, tendrás que sacrificar concurrencia por sanidad, quizás ser más estricto en los turnos, quizás experimentar pérdidas económicas mientras te reposicionas en el mercado o hasta que la medida se cancele.


Hazte interesante
Tu camino debería ser el reposicionamiento, todo un plan de innovación en el modelo de tu negocio no solo como establecimiento sino como profesional en cultura física. El ejemplo de Félix y el Churre es una alternativa que podrías considerar.


“Pero nadie va a pagarme por hacer un Live”, comenta un instructor en Villa María del Triunfo, Lima. ¡Correcto! Y lo mismo pasa con los titulares en un puesto de periódicos: la gente se acerca a leerlos y no paga por eso, pero si el contenido le resulta interesante, ten por seguro que sí lo comprará. ¡Bingo! Lo mismo tienes que hacer tú: presentar algo interesante, que llame la atención, que a la gente le deje la sensación de querer más. Ponte creativo.


Poco en público, todo en privado
Quizás no tengas que mostrar una clase completa. ¿Qué tal transmitir en vivo unos 15 a 20 minutos? Cuando el tiempo gratis se cumpla, podrías decirle a tu audiencia algo amable como “gracias por acompañarme, si quieres conocer más de esta rutina, escríbeme o llámame”. Y aquí puedes iniciar un negocio como entrenador personal o de pequeños grupos, sea en la casa de tu cliente o en tu mismo gimnasio.


Como sabes, esta modalidad se ha convertido en un negocio rentable, pero, ojo, la gente tenderá a contratar a un profesional que no solo le diga qué ejercicio le toca, cuántas series y cuántas repeticiones. La gente querrá aprovecharte al máximo en cada sesión, así que si tienes una certificación (real) sobre nutrición, masajes, consejería, o hasta otras disciplinas como la yoga o la meditación, tienes más opciones de mercado.


Vende una experiencia completa
Apostamos que sabes cocinar. ¿Qué tal si tras la rutina te apoderas de la cocina, y preparas algo nutritivo, o enseñas a tu alumno a que aprenda a prepararlo? Y si no sabes cocinar, ¿por qué no te alías a un negocio de restauración que pueda proporcionarle a tu alumnado un menú basado en alimentación saludable?  Tú podrías ofrecer el servicio completo y ganar una comisión por recomendar tal o cual restaurante. Sí, en esta época, las alianzas permitirán la sobrevivencia de los emprendimientos.


Y si el gimnasio resulta teniendo un espacio físico muy pequeño, ¿por qué no pensar en un servicio de paseos a sitios abiertos como el campo, las montañas o la playa donde sirvas como guía, compartas experiencias de conexión con la naturaleza, y desafíes a tu grupo para hacer una rutina usando el relieve o el agua?Igual, éste podría ser un emprendimiento bien interesante, y que además le deje a tu alumno una experiencia completa que comparta por las redes sociales… y eso te conviene como emprendedor.


Más público, más planificado
Como te lo hemos aconsejado cuando hablábamos de formar una actitud positiva o saber atraer a un auspiciador, te reiteramos que no te concentres únicamente en las redes sociales como herramientas de promoción para ti o tu gimnasio. Trata de atraer la atención de los medios de comunicación planteándoles propuestas interesantes como dar consejos de entrenamiento o nutrición, quizás escribir una columna sobre el ttema, hacer una sesión de fotos (como las que José Escobar nos proporcionó para este artículo). No esperes ganar dinero por eso, en todo caso míralo como publicidad a tu favor (asegúrate que tu nombre esté en un lugar visible cuando se publique el material).


Como te dijimos, la consigna en estos tiempos es ponerse creativos sin romper las reglas; al contrario, mas bien se trata de incorporar las reglas para que te conviertas en innovador. ¿Y cuánto dinero necesitas? Primero, habría que bosquejar tu idea para ver cuántos recursos necesitas. Teniendo esto claro, lo siguiente es listar lo que tienes y lo que te falta. El truco consiste en optimizar lo que ya tienes para rentabilizarlo y conseguirlo que te falta, pero debes planificar. Si no haces este paso, avanzarás a ciegas.


Y como siempre, tras leer esto, nos encantará conocer qué ideas se te vienen a la mente y, por qué no, darles un espacio aquí. Recuerda que nos hallas en nuestra cuenta de Twitter y en chulucanasgym@gmail.com

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