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miércoles, 13 de noviembre de 2024

Entrenando con Inteligencia: Cómo Maximizar tu Rendimiento en el Gimnasio sin Sacrificar Progreso


Para un fisicoculturista apasionado, la motivación para entrenar todos los días es inmensa, pero entrenar de forma eficiente es crucial para evitar estancamientos o lesiones. Entender cómo estructurar los entrenamientos, especialmente si estás considerando trabajar el mismo grupo muscular en días consecutivos, es clave para optimizar resultados y mantenerte en tu mejor forma.

 

El Equilibrio de Entrenar Tren Superior e Inferior en Días Alternos

Dividir los entrenamientos de tren superior e inferior es una práctica eficaz que te permite trabajar con alta frecuencia sin sobrecargar un grupo muscular específico. Este método maximiza la recuperación y asegura un desarrollo equilibrado.

 

Beneficios principales:

  • Recuperación específica: Al alternar, das tiempo a los músculos para recuperarse, manteniendo la calidad de los entrenamientos.
  • Desarrollo simétrico: Trabajar ambos trenes de manera regular asegura un físico proporcionado.
  • Menor riesgo de sobrecarga: El sistema nervioso central (SNC) también tiene tiempo para recuperarse, lo que optimiza tu rendimiento y reduce el riesgo de fatiga.

 

¿Qué Ocurre si Entrenas el Mismo Tren en Días Consecutivos?

Entrenar el mismo grupo muscular en días seguidos presenta riesgos y limitaciones:

 

  • Riesgo de sobreentrenamiento: El entrenamiento consecutivo sin descanso puede provocar fatiga acumulada, lo que afecta el rendimiento y aumenta la posibilidad de lesiones.
  • Fatiga del SNC: Aunque los músculos puedan soportar el entrenamiento, el SNC puede verse sobrecargado, resultando en una disminución de tu capacidad general.
  • Adaptación y estancamiento: La falta de recuperación adecuada impide que el músculo se adapte al estímulo, ralentizando el progreso en fuerza e hipertrofia.

 

Cuándo Puede Ser Efectivo Entrenar el Mismo Tren

Existen situaciones en las que entrenar el mismo grupo muscular dos días seguidos puede ser beneficioso, siempre y cuando se planifique de manera estratégica:

 

  • Entrenamientos de baja intensidad: Un día enfocado en técnica o activación seguido de un entrenamiento de mayor intensidad puede preparar los músculos para un mejor esfuerzo.
  • Programas de alta frecuencia: Algunos programas avanzados, como los de powerlifting, utilizan un enfoque que permite trabajar el mismo grupo con diferentes niveles de intensidad en días consecutivos.

 

Cómo Entrenar de Manera Inteligente

  1. Diferenciar el tipo de estímulo: Alternar entre días pesados y ligeros permite trabajar los mismos músculos sin comprometer la recuperación.
  2. Recuperación adecuada: Dormir bien, alimentarte adecuadamente y utilizar técnicas de recuperación activa como estiramientos y masajes son fundamentales para mantenerte en óptimas condiciones.
  3. Escucha a tu cuerpo: Detectar señales de fatiga extrema o dolor es esencial para evitar lesiones y ajustar tu programa cuando sea necesario.

 

Conclusión

Tu motivación para ir al gimnasio todos los días es tu mayor ventaja, pero para convertirla en progreso necesitas combinarla con estrategia. Entrenar de forma inteligente, dándole al cuerpo tiempo para recuperarse, te llevará más lejos y te permitirá disfrutar del proceso sin poner en riesgo tu salud. Síguenos en X | Conversa con nosotros | chulucanasgym@gmail.com 

viernes, 18 de octubre de 2024

Los Grupos Musculares Clave para una Figura Armónica en Fisicoculturismo


Cuando te embarcas en el mundo del fisicoculturismo, es natural enfocarte en desarrollar músculos grandes y fuertes, pero el verdadero reto y objetivo está en construir un físico armónico y equilibrado.

Tener una figura simétrica no solo te hará destacar en competencias, sino que también te ayudará a mantener un cuerpo saludable y funcional. ¡Aquí te contamos los grupos musculares que debes trabajar para lograr esa forma deseada!

1.  Pectorales: La base de un torso poderoso | El pecho es el punto central del tren superior. Unos pectorales bien trabajados te dan ese aspecto voluminoso y atlético que destaca en cualquier camiseta ajustada. Dedica tiempo a ejercicios como el press de banca y aperturas para conseguir un pecho definido y amplio.

2.  Espalda: La clave para la famosa forma en “V”  | La espalda es uno de los grupos musculares más grandes y a menudo uno de los más olvidados. Desarrollar los dorsales te ayudará a conseguir la anhelada forma de “V”, aportando anchura y profundidad a tu físico. Los jalones y remos con barra o mancuerna son tus aliados aquí. Y no te olvides de los trapecios, ¡un buen trapecio añade volumen y fortaleza visual!

3.  Hombros: El toque de ancho  | Unos hombros fuertes no solo aumentan tu apariencia de poder, sino que también conectan de manera armoniosa el torso con los brazos. Trabaja los deltoides en todas sus partes (anterior, lateral y posterior) para evitar descompensaciones. Los presses y elevaciones laterales son claves.

4.  Brazos: El combo perfecto de bíceps y tríceps  | Los brazos bien desarrollados son siempre motivo de admiración. Pero para tener unos brazos completos, debes enfocarte tanto en los bíceps como en los tríceps. Ejercicios como curls con barra o mancuernas para bíceps y fondos o extensiones de tríceps te ayudarán a mantener el equilibrio entre ambos músculos, logrando una estética impresionante.

5.  Abdominales: Definición en el centro del cuerpo | Un abdomen marcado es el sello de un físico trabajado. No solo es cuestión de estética; unos abdominales fuertes te proporcionan estabilidad en otros ejercicios pesados. Incorpora variedad: desde crunches hasta planchas, para obtener una cintura fuerte y bien definida.

6.  Piernas: La base de todo gran físico  | Unos cuádriceps voluminosos son fundamentales si quieres un físico completo y proporcionado. Además, unos femorales bien trabajados equilibran el volumen de tus piernas y te protegen de lesiones. Las sentadillas, prensa y peso muerto son esenciales para que tus piernas sean tan impresionantes como tu torso.

7.  Glúteos: No los subestimes | En fisicoculturismo, unos glúteos bien trabajados son cruciales para un físico fuerte y equilibrado. Ayudan a mejorar tu postura y dan forma a la parte inferior de tu cuerpo. Ejercicios como el hip thrust y las estocadas son claves para desarrollar esta área.

8.  Gemelos: No descuides los detalles  | Las pantorrillas son uno de los músculos más difíciles de desarrollar, pero unos gemelos bien trabajados completan una figura equilibrada. Incluye ejercicios de elevación de talones en tus entrenamientos de piernas para no dejar este grupo muscular rezagado.

 

¿Por qué es importante el equilibrio? | No se trata solo de tener músculos grandes; lo que te hará destacar es un físico proporcionado. Un desarrollo armonioso te permitirá evitar lesiones, mejorar tu rendimiento y, sobre todo, obtener un cuerpo estéticamente agradable a la vista.  Trabajar cada grupo muscular de manera equilibrada te llevará a ser no solo un fisicoculturista, sino un atleta completo.

¡Motívate a seguir mejorando! | El fisicoculturismo es un arte, y tú eres el escultor de tu propio cuerpo. No te centres solo en los músculos que son más visibles o fáciles de trabajar. La clave del éxito está en el equilibrio y la constancia. Con cada entrenamiento, estás un paso más cerca de tu mejor versión.  Recuerda: ¡El verdadero poder está en el equilibrio! Síguenos en X | Escríbenos por WhatsApp | chulucanasgym@gmail.com 

martes, 7 de marzo de 2023

Cuida tu piel: 6 consejos básicos


Se nos olvida muchas veces, pero quienes practicamos fisicoculturismo y fitness tenemos a la piel como nuestro principal instrumento de trabajo. Aunque los cambios que experimentamos gracias al entrenamiento comienzan desde un nivel tan microscópico como el celular (lo que estimula el desarrollo muscular), el hecho es que los efectos se ven en nuestra figura. ¿Cómo la estamos cuidando?

 

Para quienes crean que esto es un asunto de mujeres, les adelantamos que se equivocan: quizás la piel masculina es la que requiere mayores cuidados por las mismas modificaciones a las que se somete.

 

  1. Conócela a fondo: ¿Grasosa, seca o neutra? Por increíble que parezca, muchos ignoramos qué tipo de piel tenemos. La piel grasosa brilla todo el tiempo, sus poros están tan dilatados que retienen mucha suciedad, suele brotarle acné o espinillas, tiene una textura áspera.  La piel seca tiene una textura fina, pero está tan tensa que llega a agrietarse, su apariencia es opaca, con poros casi invisibles. Considera que el pH (índice de acidez/alcalinidad) ideal para la piel va de 4,7 a 5,75. ¿estás en ese rango? Deberías saberlo. Un dermatólogo puede absolver tus dudas, así que es hora de visitar alguno.
  2. Come sano: Aunque cada cierto tiempo aparece un alimento o producto de moda, lo cierto es que comer balanceado es lo mejor para que tu piel se mantenga saludable; sin embargo, hay alimentos naturales que la optimizan: zanahoria, papa (patata), calabaza, mango, melocotón (durazno), papaya, kiwi, pimientos (chile morrón), frutos rojos, granada, aceite de oliva, frutos secos, berros, lácteos, huevos y pescados azules. ¿Te das cuenta?  Revisa aquí nuestras dietas sugeridas.
  3. Báñate a conciencia: Parece una recomendación obvia, pero muchos creemos que el aseo personal es solo el acto de quedar limpio. No exclusivamente. El momento del baño es perfecto para relajarte y rreencontrarte contigo y tus logros físicos. Agrega que quienes entrenamos, sudamos más que el promedio, así que debemos ser más meticulosos con ese momento tan personal, especialmente si hablamos de comisuras (axilas, entrepierna, entre las nalgas) o zonas con mucho vello donde el sudor puede promover la aparición de bacterias. ¿El mal olor? Precisamente lo provocan esas bacterias. Usa productos adecuados a tu tipo de piel o las condiciones que ésta pueda desarrollar. ¿Recuerdas al dermatólogo? Él también puede orientarte.
  4. Huméctala siempre: Tomar agua o consumir alimentos ricos en ella es una forma práctica y natural de garantizar elasticidad a la piel, además de promover su regeneración a nivel celular. El uso de cremas o productos es una alternativa de uso externo o tópico, pero el gel natural de aloe vera (directo de la sábila) ha demostrado ser una alternativa mucho mejor, especialmente si te sueles someter a depilación mecánica o química.
  5. Maneja el estrés:  ¿Cómo estás lidiando con tu vida diaria? Si tu piel se pone roja, comienza a picarte, te aparece urticaria o acné, podrían ser signos de alerta. Así como te entrenas físicamente, entrénate mentalmente para afrontar los problemas de cada día, uno a la vez y entendiendo que eres más grande que ellos; por lo tanto, puedes aceptar que existen pero que también puedes tenerlos bajo control, y mejor si puedes resolverlos. Meditar, hablar con un amigo de verdad, darte momentos para hacer nada o para dedicarte a alguno de tus pasatiempos van a ayudar mucho, y tu piel va a agradecerlo también.
  6. Disfrútala siempre: Nunca consideres a tu piel como la ropa que te pones sino como un elemento clave de tu identidad. encuentra momentos en el día para conectar con ella y  sentirte bien con ella. Cuando te auto-compensas, tu propia piel lo irradia. No es magia, es bioquímica pura: las hormonas que segregamos naturalmente cuando entrenamos hacen esa parte del trabajo. ¿Otra forma de estimularlas aparte del ejercicio físico? Sí. Sonreír siempre aunque no haya motivo: el buen humor hace maravillas.

 


Si quieres aprender más o si deseas ver tu caso particular, contáctanos a nuestra
cuenta de Twitter, WhatsApp o a chulucanasgym@gmail.com

  

sábado, 17 de diciembre de 2022

Ahora es tiempo de ponerte metas

Ya lograste enganchar al entrenamiento y todo indica que no quieres dejarlo… ¿qué viene luego?

 


¿Los grandes del fisicoculturismo y el fitness comenzaron siendo grandes? Definitivamente no. Aunque no hay una regla general, lo más probable es que hayan comenzado como curiosos, que posteriormente se hayan aficionado al ver los primeros resultados y eso les haya entusiasmado para ir escalando más y más.

 

Quizás  algunos de ellos decidieron ir un nivel superior, y comenzaron a competir profesionalmente consiguiendo títulos locales, luego nacionales, luego internacionales. En este punto, es importante decir que tales logros no fueron fruto del azar sino de un planeamiento estratégico, cuyos pasos se fueron cumpliendo minuciosamente. A eso se llama establecer  y lograr metas.

 

Si acabas de entrar al entrenamiento, quizás no lo veas tan claro; si ya llevas algún tiempo, lo podrías considerar como posibilidad. Pero si sientes que ya has llegado a un tope, es probable que todo comience a volverse rutinario, sin mayor expectativa. Y si llegas a aburrirte, lo más probable es que termines abandonando.

 


Necesitas una estrategia

La mejor manera de evitar una deserción en el corto o mediano plazo es ponerte metas o puntos de llegada progresivos y lógicos a lo largo del tiempo que no solo signifiquen desarrollo físico sino que sostengan la sensación de bienestar que ya has conseguido en un primer momento.

 

Si tenemos un punto de llegada, por lógica tenemos un punto de partida, y ese es tu estado actual: cuáles son las medidas actuales de tu cuerpo, cuál es la dieta que sigues, cuál es tu estilo de vida ahora; incluso, tu estado de salud.  En fin, información de base sobre la que se pueda construir un plan. El requisito es que estos datos sean lo más honestos como te sea posible.

 

A partir de esta información de base, comienza el proceso de establecer metas progresivas a corto plazo, mediano plazo y largo plazo. Si tienes la experiencia suficiente entrenando, tómate todo el tiempo necesario para pensar y escribir este plan. Si no tienes esa experiencia, siéntate a solas con tu entrenador y comiencen a ponerlo todo en blanco y negro. Si no tienes confianza con tu entrenador, más adelante te dejamos nuestros contactos.

 

Pero no basta con establecer metas. Para llegar a ellas tienes que tener un conjunto de acciones secuenciales que te acerquen cada vez más: la estrategia de entrenamiento. ¿Qué rutina harás el primer mes, qué rutina harás al siguiente mes, y al siguiente, y así hasta que llegues a tu meta en un tiempo determinado.

 

Y alrededor de la rutina para ejercitarte, cuál dieta debes seguir, qué cosas debes ajustar en tu estilo de vida y qué indicadores de salud debes tener presentes. Suena aburrido, pero cuando uno comienza a conocer mejor su cuerpo, esto se convierte en una tarea fascinante. Míralo de esa forma.

 

Cuando llegues a tu primera meta, analiza qué te funcionó y qué no, qué debes fortalecer y qué debes corregir, vuelve a tomarte medidas, revisar dieta, verificar tu estilo de vida, monitorizar tu estado de salud. Si todo ello da resultados positivos, prémiate y comienza a trabajar por la siguiente meta. Si no lo consigues, sigue luchando y no te rindas.

 


Más acciones prácticas

Aunque el entrenador, si lo tuvieras, es la persona preparada para orientarte en el proceso, te aconsejamos que tengas también un apoyo físico y emocional que te permita conversar, motivarte, no rendirte. Puede ser un compañero de entrenamiento, tu mejor amigo, un familiar… alguien a quien puedas recurrir siempre.

 

Sobre este punto, como siempre insistimos, no es recomendable seguir la estrategia de otra persona y aplicarla como si fuese la tuya porque dos organismos, incluso siendo de la misma parentela, no reaccionan igual.

 

Siempre haz el ejercicio de mirarte al espejo a solas y apreciar esos pequeños o grandes cambios que vas experimentando y a asumirlos como tus logros. Tú mismo ya nos contarás qué se siente cuando pasas por esa experiencia. Más adelante te dejaremos las formas de contactarnos.

 

Y, finalmente, siempre habrán días en que estamos altamente entusiasmados y otros en los que no tendremos ganas de hacer nada. Con los primeros no hay tanto problema; con los segundos, precisamente el reto consiste en sobreponerte al desánimo y comenzar el entrenamiento. Si te dejas vencer por él, aunque sea un milímetro, poco a poco irá ganando terreno y te irá derrotando. Y, recuerda, ya te enganchaste; ahora es tiempo de ir por más.

 

Puedes enviarnos tus consultas o comentarnos tus logros e inquietudes escribiéndonos a nuestra cuenta de Twitter o a nuestro correo electrónico: chulucanasgym@gmail.com

Las fotografías presentadas en esta historia han sido tomadas de la cuenta del fisicoculturista César Quispe en Facebook. 

domingo, 4 de diciembre de 2022

¿Qué es realmente un gymbro?

entre la admiración, la curiosidad o la incomprensión, aquí te orientamos sobre lo bueno o lo malo de serlo.

 


Si eres una de esas personas que se pasa todos sus ratos libres entrenando o permaneciendo en el gimnasio, si estás al día con los suplementos, si pagas puntualmente tu membresía, si estás vigilando al milímetro lo que comes(lo que incluye cuánto, cómo, cuándo y por qué), si te has vuelto experto en descifrar las tablas de datos nutricionales… en fin, si tu vida personal y social gira en torno al gimnasio, quizás seas un gymbro (del inglés gym brother o hermano del gimnasio).

 

Por extensión, al menos en Perú, se denominan gymbros a esos compañeros de entrenamiento con quienes se comparte el mismo exacto estilo de vida en el mismo exacto lugar, al punto que la relación iniciada en el gimnasio puede trascender a otras esferas de tu vida.

 

“Por lo general, los gymbros comienzan compartiendo la misma máquina, y pronto cuadran toda su vida para entrenar el mismo grupo muscular, usar el mismo suplemento, y hasta llegar al punto que si uno se cambia de gimnasio, el otro lo sigue”, nos cuenta un entrenador.

 


Cuándo sí, cuándo no

Los gymbros pueden transformarse en verdaderas comunidades, las gymfrats (del inglés gym fraternity o fraternidad de gimnasio). Para la gente que no pertenece al mundo del fitness, esto les puede causar curiosidad y hasta motivo de burla (hay muchos memes al respecto), pero para varios entrenadores profesionales, toparse con gymbros es cosa seria porque pueden ser capaces de mover clientela a favor o en contra, dependiendo de la experiencia que tengan en el gimnasio.

 

“Todos quienes ahora somos entrenadores en algún momento comenzamos siendo gymbros”, nos agregan.

 

También hay quienes utilizan el término para enmascarar una relación romántica o sexual que se inició en las salas del gimnasio. En principio, no es malo enamorarte de tu gymbro, pero sería bueno no usarlo como eufemismo para evitar decir compañero sentimental o pareja sexual, especialmente si vas a una consulta médica por algún problemita de salud íntima: los médicos no son tontos, aunque tú creas que sí.

 


Beneficios y perjuicios

¿Es bueno o malo ser un gymbro, fitness freak (loco del fitness) o gymrat (rata de gimnasio)? Como solemos decir aquí, depende de la situación.

 

  • Positivo: Tu tiempo está mejor organizado tanto que tu calidad de vida mejora notablemente respecto del promedio.
  • Negativo: Llegas al punto en que estás en el gimnasio por el puro gusto de estar allí, creyendo que no serás feliz en alguna otra parte.

 

  • Positivo: Tu otro gymbro se convierte en tu principal motivador para nunca abandonar el entrenamiento, tanto que las metodologías tipo sparring les funcionan de maravillas.
  • Negativo: Ir al gimnasio depende de que tu gymbro vaya; si no va, no vas. En otras palabras, anulas tu proactividad.

 

  • Positivo: No eres fácilmente seducible por la publicidad cuando se trata de presentarte algún producto nuevo.
  • Negativo: La euforia te invade y te conviertes en comprador compulsivo de cuánto suplemento, aparato, prenda, método  o ‘receta milagrosa’ se anuncie.

 

  • Positivo: Tu gymfrat no solo está en las buenas; también está en las malas, y especialmente en las peores.
  • Negativo: Creer que tu gymfrat es todo el círculo social al que puedes aspirar.

 

  • Positivo: Tu gymbro siempre te animará a conquistar un nuevo logro.
  • Negativo: Tu gymbro usa su influencia para inducirte conductas opuestas al deporte.

 


A tener en cuenta…

Dicho esto, ser un gymbro no tiene nada de malo siempre que sepas tenerlo a raya en el gimnasio, o si de pronto se convierte en un gran apoyo físico y apoyo emocional; pero si comienza a invadir tus otras dimensiones, preocúpate. Quizás necesites ayuda profesional para ver qué te está pasando.

 

Finalmente, no confundir un gymbro con un gympro, que es la persona que entrena a conciencia en un gimnasio porque vive de su cuerpo, ya sea para una competición o porque tiene una carrera en la que el físico es clave (modelos, artistas, agentes de seguridad, rescatistas). De hecho, un gympro sabe que debe darle la dedicación necesaria al entrenamiento, pero también es consciente que debe guardar un equilibrio  físico,mental o social.

 

¿te gustaría compartirnos tu historia como un gymbro? Cuéntanos en nuestra cuenta de Twitter o en chulucanasgym@gmail.com. A lo mejor vale la pena publicarse.