También construye autoestima y actitud

Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás tenemos estas dos claves.

 

Los fines y comienzos de año son especialmente críticos en términos de salud mental. Eso no descarta que una situación caótica, como la inseguridad urbana, también influya negativamente. Un hecho que se está volviendo más común es cómo muchos adolescentes varones están ingresando cada vez más a los hospitales y siendo diagnosticados con depresión, la mayoría de ellos tras intentar suicidarse.

 

Los psicólogos coinciden en que tales cuadros no tienen una sola causa sino una suma de ellas. Lo que está inquietándoles es por qué estos adolescentes consideran quitarse la vida como una opción. Sí tienen claro que estos casos en particular son consecuencia de una depresión aguda y que quizás la madre de todas las causas sea el resquebrajamiento de la propia imagen, es decir cómo se ven y se aceptan. A partir de allí, las conductas autodestructivas se suceden como cascada.

 

Autoestima es la concepción y aceptación que tiene una persona de sí misma, con lo bueno y lo malo que ello representa. Sin llegar al narcisismo (un exagerado amor propio), es saberse querer como uno es, entendiendo que si hay defectos, éstos pueden ser mejorados y superados, algo así como recibir una piedra sin forma e irla esculpiendo hasta obtener una obra de arte.

 

El autoestima determina la actitud. Ésta es la respuesta que damos frente a una situación muy concreta que se plantea dentro de nuestra vida. Así, la actitud puede ser favorable, que nos permite superar tal circunstancia, o desfavorable, cuando nos dejamos derrotar por tal circunstancia. El psiquiatra Julio Castro advierte que la actitud no es consecuencia del autoestima, pero admite que un mal autoestima puede generar malas actitudes, como cuando se nos presenta un embrollo, y, en vez de resolverlo, nos derrumbamos.

 

¿Pasó esto con los adolescentes que intentaron quitarse la vida?  Debido a la confidencialidad médica con que deben ser tratados estos casos no lo sabemos, pero un sistema de valores basado en lo superficial, en lo que se debería ser (la apariencia), y no en lo que se es (la esencia), podría estar relacionado. En otras palabras, la apariencia en vez del amor propio bien desarrollado parece haber influído en la decisión que todos ellos tomaron.

 

la situación puede revertirse. En el mejor de los casos dependerá de un esfuerzo personal de lo contrario se debe buscar ayuda profesional; pero sí es posible mejorarla. Para amar la vida, la vida real, debe comenzarse por saberse amar, aceptar o hasta perdonar. No es sencillo, pero dando un paso a la vez, sí que es una de las aventuras más maravillosas y el sentido verdadero de nuestra vida, en un planeta que nos exige atención. Y pensar en A+A puede ser la clave del triunfo.

 

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Christian Mauricio aparece como modelo en esta entrada.