Mi cambio comenzó esa tarde cuando me vi en el espejo frente a la ducha.
Soy Ronny José Rondón Acosta, entrenador de fitness y musculación, hijo de Juan José Rondón Tovar y Nely Josefina Acosta Vallejo; nací en Cumaná (Venezuela) en 1989.
El gran cambio que di
a mi vida sucedió a los 18 años de edad; pero antes, quiero que pienses en este
dicho del filósofo griego clásico Sócrates ( 470 aC a 399 aC) : “Una vida sin
examen no merece la pena de ser vivida”. Acompáñame a continuación para
entender cómo aplicó a la mía.
En 2007, egresé como
Bachiller en Ciencias del Liceo José Castro Machado y las buenas
calificaciones no era lo único que traía desde mi niñez: el sobrepeso me venía perturbando la vida
constantemente. De hecho, era uno de esos tres venezolanos y venezolanas
que estaban por encima o muy por encima de un peso saludable.
Con mi 1,70 metros de
estatura, yo tenía 96 kilos. Para que te hagas una idea, solo entraba en
pantalones talla 36 y mis camisas tenían que ser talla XL.
Según la Clínica Mayo, “La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener una cantidad excesiva de grasa corporal. Agrega que no solo se trata de un “problema estético. Por su parte, para el Diccionario Oxford, la segunda acepción de sobrepeso es, simplemente, “el exceso de peso de una persona o un animal”. Para mí, no era así de simple.
Cuando tienes obesidad,
a menudo tu imagen corporal es negativa
o distorsionada respecto a la realidad:
te sientes mal, sufres, y hasta sientes que la sociedad te rechaza. En este
punto, conviene que trabajemos y readaptemos para liberar esa insatisfacción
con nuestro cuerpo; pero sigamos con mi experiencia.
Crecí en la casa de
mis abuelos maternos. Una tarde, entré al baño justo antes de llegar al patio.
Mientras me duchaba, miré mi cuerpo en el espejo. Allí mismo, entre esas cuatro
paredes, me juré que nunca más volvería
a ser gordo.
Ese
mismo día decidí entrar en un gimnasio. Me tocó una de las mejores profesoras
de musculación y fitness, que me fue desafiando a entrenar y lograr el
cuerpo que tengo ahora”, y que luzco orgulloso. Hoy uso camisas talla M debido
a que tengo mi espalda ancha, y mis pantalones son talla 32.
Como dije al inicio, soy entrenador de fitness y musculación. Hoy tengo alumnas que comenzaron como yo, con obesidad, y tiempo después lucen físicos atractivos.
Cuando
veo hacia atrás, y concretamente a esa tarde cuando mi imagen se reflejaba en
ese espejo mientras me duchaba, y me comparo con el momento actual, por encima
de todo siento orgullo, y siento que ésta es apenas una de las primeras metas que he conseguido en mi
vida. Aún me falta mucho terreno por conquistar, pero espero contártelo en otra
entrada. ¿Volverás a acompañarme?
Contacta a Ronny Rondón | Conversemos en X | chulucanasgym@gmail.com
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