viernes, 23 de abril de 2021

Certificación requerida

Una propuesta para afrontar la informalidad en el entrenamiento físico

 



Ya hemos llamado la atención sobre la aparente falta de control en las maneras cómo se trata al alumnado en los gimnasios de Piura. Desde una ausencia de supervisión en la metodología de entrenamiento, hasta el tráfico de anabólicos esteroides, pasando por una adecuada consejería psicológica, el tema no ha sido del interés de las autoridades pertinentes.

 

Mientras tanto, hombres y mujeres usan el servicio sin saber si la inversión que realizan les traerá o no algún beneficio para su vida. La aparición de una franquicia en las ciudades de Sullana y Piura ha introducido un servicio que todos los gimnasios no poseen: nutricionistas. Aunque las consultas están incluídas en el costo de la membresía, éste se ubica por encima de lo que la mayoría puede pagar.

 

Una manera de afrontar el problema es la certificación de instructores e instructoras, pero una búsqueda que realizamos para tener una entrevista que nos permita poner en perspectiva esta inquietud, con alguno o alguna, no arrojó resultados. Por otro lado, la Federación de Fisicoculturismo de Piura sí ha convocado a capacitaciones especializadas con certificación, pero se desconoce si hay una evaluación que permita conocer si lo aprendido en estos cursos se aplica, y de qué modo.

 

Aún así, Piura se ha convertido en una plaza de este deporte, y todos los meses de marzo se organizan los concursos de Mister y Miss Piura, para premiar a las personas que en base a su esfuerzo, y alguna ayuda ¿extra’, han logrado estética y plasticidad… aunque no necesariamente buena salud.

 


La unión da más fuerza

César Campos fue elegido como Mister Piura 2011, tras años de esfuerzo continuo por obtener un reconocimiento en el fisicoculturismo. Durante la etapa nacional –el Mister Perú- ocupó el cuarto lugar en la clasificación general. Desde 2007, Campos trabaja en un conocido gimnasio en el centro de Piura, tras haberlo hecho desde los 20 años en su natal Sullana.

 

Antes de que se mudara buscando un mejor futuro profesional, estuvo empeñado en la creación de una federación de fisicoculturismo en Sullana. Su principal preocupación era la falta de certificación de instructores e instructoras de esa localidad. Ni las autoridades ni la mayoría de sus colegas le apoyó, bien sea porque no entendían la importancia del proceso, o por simple envidia comercial: juntarse con la competencia y hacer un solo frente para también exigir mejor trato laboral no fue bien visto por la patronal sullanera.

 

El gimnasio donde trabajó en Sullana fue parte de la franquicia que estaba introduciendo nuevas prácticas en la forma cómo se trata al alumnado. Hace buen tiempo, intentamos tener una entrevista con el instructor a cargo para explorar este tema, pero no obtuvimos respuesta.

 


Sí… pero…

Éso no ha sido obstáculo para conversar extraoficialmente con otros instructores. La mayoría de ellos reconoce que es necesaria la certificación y la profesionalización de su puesto de trabajo, pero muy pocos tienen el dinero para invertir en los cursos, o sus gimnasios no están interesados en becarlos, cuando el beneficio es para el propio negocio.

 

Y, obviamente, están quienes no tienen interés en estudiar y certificarse, pues son instructores debido a vicisitudes laborales; esto es, si consiguen un mejor empleo, lo dejarán a la larga. En Bellavista, , Sullana, hay un muchacho que eventualmente trabaja como instructor en un gimnasio céntrico. A diferencia de muchos de sus colegas, tiene estudios pedagógicos de Educación Física a nombre de la Nación, pero su meta no es quedarse trabajando allí, sino obtener una plaza en alguna escuela. La razón por la que aceptó el empleo fue para pagar sus estudios.

 

Mas, analizando bien el tema, ¿ésta podría ser una opción para lograr una certificación oficial? En otros países (como España), y en Lima, éste es un requisito clave para trabajar no sólo en gimnasios, sino en cualquier lugar donde se requiera monitorear las actividades físicas de las personas, sin importar su edad.

 

Antes que se convierta en otro problema de salud pública, autoridades, operadores de establecimientos, instructores y alumnado deberían considerar la necesidad de abordar este tema por el bien de la comunidad. De esta manera, la actividad física será realmente constructiva y desarrollará adecuadamente una de nuestras dimensiones como seres humanos. La indiferencia al tema no traerá consecuencias positivas…

 


Los modelos presentados en esta entrada son
Alfredo rivera, Anderson Sandoya, César Campos y Christian. Fotografías del Archivo FACTORTIERRA. Fotografía adicional por Estany Tineo.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario