La noche perfecta debe tener una semana perfecta; sólo hay que estar preparado… pero, ¿cuánto lo estás?
Es sábado y Carlos va a encontrarse con sus amigos en una concurrida discoteca de la ciudad. Son las 10 de la noche, y la fiesta apenas está comenzando. Durante toda la semana se ha esforzado en el gimnasio, y esta noche espera impresionar a alguna chica que pueda conocer en el recinto.
No es que sea un deportista completo, pero
tampoco quería quedarse excluído por los amigos quienes ya llevan un par de
meses asistiendo y levantando pesas. “Es la mejor manera de que ganes físico”,
le aseguraron. El primer día que llegó
se quedó impresionado porque ellos ya estaban cargando más de los diez kilos
que se le estaban asignando. Cuando lo vieron con el peso más ligero,
comenzaron a burlarse. El entrenador, lejos de poner las cosas en orden, se
unió al coro.
Herido en su amor propio, Carlos decidió aumentar el peso. Lo lamentó al día siguiente, pero
nadie podía dejarlo en ridículo
-especialmente por las chicas que estaban en la clase. Con todo y su
dolor, siguió asistiendo. Si bien pensó seriamente retirarse, no deseaba darle
gusto a los burlones, y como pudo, levantó los fierros.
“Si quieres crecer, debes comer bien”, le
confió su entrenador quien revelaba un cuerpo extremadamente trabajado. “Te
paso mi dieta””, le dijo. Durante los días previos al sábado, “Carlos” ingería
de todo. A mitad de semana, se dio cuenta que su organismo no digería
adecuadamente, pero le restó importancia, ya que su cuerpo no estaba adaptado,
pensó; además ya estaba sintiendo que la fuerza se iba incrementando poco a
poco.
Sus amigos aparecieron 45 minutos después de
negociar un permiso que rayó en una fuga de uno de los muchachos, cuyos padres
preocupados no lo dejaban salir por ttemor a la violencia. “Para eso voy al
gym, les dijo antes de desaparecer de la
puerta de su casa.
Luego de atolondrar al portero de la disco con
el viejo cuento de ‘somos muchos’, logran entrar y revisar todo el panorama.
Aún no llegan las chicas que le interesan a Carlos.
Entretanto, todos reúnen dinero suficiente para comprar cerveza, que será su
vehículo para penetrar en la noche y afianzar la caza-
En menos de una hora el licor se acaba, y no
aparece nadie de interés de nuestro sujeto aunque sus amigos han conseguido
parejas furtivas para bailar. Ante la sed, él mismo toma más cerveza. Es casi
medianoche. Comienza a sentirse mareado, pero mejor ni comentarlo para no ser
calificado como un nerd.
a punto de acabar una nueva ronda de cerveza,
aparece el entrenador con unas amigas que no tarda en presentar. Una atrae a Carlos (¿o será el alcohol?). en su afán
de impresionar, saca pecho, se vuelve atento y divertido… y ordena una nueva
ronda para todo el grupo. Todos y todas beben, y los varones en mayor proporción.
Por fin Carlos
consigue sacarla a bailar y afyna el cortejo. La chica parece responder. Un
beso lo confirmaría una hora después. El grupo de amigos ha pasado a tercer plano.
Entre la bulla y otra botella de
cerveza, Carlos intenta un nuevo movimiento: salir de allí y buscar
algo más íntimo. La chica es ahora su cómplice. son las dos de la mañana. hace
una seña a su amigo para que lo espere. Cerca hay un notel, donde ambos
quedarán satisfechos, especialmente él, quien nota un incremento de su potencia
sexual.
Hacia las cuatro de la mañana, ya sin su
conquista, Carlos regresa a la disco
gracias al sello de la puerta. El portero lo mira con picardía. Adentro todos
están sin chicas, esperando la historia del nuevo fierrero. Sólo ‘para
matizar‘,, vuelven a pedir cervezas. Ya hablarán con el entrenador para ir
pagando las clases del gimnasio poco a poco.
a las cinco de la mañana, antes de regresar a
casa, buscarán algo para comer, y al mediodía. un cebiche. Quizá unas cervezas
más (a lo mejor llamarán al entrenador). Pero el lunes tienen que regresar a
levantar fierros para recuperar el fin de semana, y
esperar el siguiente… claro está, si la resaca
lo permite.
La historia es ficticia pero basada en lo que
hemos observado cualquier semana en un gimnasio, y especialmente cualquier fin
de semana en cualquier antro. Ahora, basándonos en ciencia y sentido común,
revisemos qué hizo y no hizo bien Carlos.
¿Un buen cuerpo lo es todo?
Hay un error de concepción en la cultura física. La idea de que un buen
cuerpo lo consigue todo no tiene nada que ver con el deporte y es mas bien
fruto de la publicidad. Un buen cuerpo es la consecuencia de una constante
actividad física. Pero, conseguir en menos de un mes grandes resultados, es lo
mismo que correr sin haber aprendido a gatear.
Desconfía de la publicidad que te vende figura
antes que salud. Cuando los gimnasios fueron concebidos hace más de tres mil
años, tenían como objetivo mantener una población saludable. Hacer deporte
aleja muchas enfermedades, siempre que se acompañe de buena alimentación y
descanso. En el camino, el buen cuerpo aparecerá por sí solo, pero
no lo es todo.
¿Sólo las pesas me darán la forma que quiero?
No. Hay tantos deportes como destrezas y
capacidades tenga el ser humano. Instructores, especialistas y hasta sitios web
serios recomiendan que antes de mover nada, se pase por un chequeo médico
integral. Por ejemplo, las pesas están contraindicadas para personas que tienen
hernias preexistentes. O en todo caso, hacerlo con sumo cuidado. El problema es
que muchos lugares dedicados al cultivo del cuerpo obvian este paso. Si te
anteponen el cuerpo a la salud, busca otro lugar, o entrena con asesoría de un
entrenador personal externo.
Me avergüenza cargar poco peso… pero tampoco avanzo mucho.
Otro detalle olímpicamente pasado por alto es el estado emocional de
quien entrena, y sus motivaciones para hacerlo. Decidir por presión de grupo y
no por una reflexión satisfactoria siempre trae frustración (aunque digan que el
fin justifica los medios).
un buen entrenador conoce las técnicas del
deporte y cómo orientar a su alumno para que encuentre realización en lo que
hace, de tal forma que si se descubre que esa actividad no es la adecuada, se pueda buscar otra. Pero,
si tenemos que muchos entrenadores llevan sus propias taras al campo o al
gimnasio, entonces no esperemos buenos atletas.
¿Comer para vivir, vivir para comer, o comer por comer?
Error garrafal. La dieta y el régimen de un
sujeto no le sirve a otro, y esto parte del principio de que todos los cuerpos humanos son diferentes
en absoluto, por lo tanto tienen metabolismos y necesidades diferentes. una dieta
balanceada tiene cinco componentes: minerales, viytaminas, proteínas, grasas y
agua. La clave está en combinarlas adecuadamente para que nos produzcan salud.
Quienes saben esto son especialistas en nutrición certificados o, por último, en medicina
general, que pedirán las pruebas del caso para recomendar los alimentos más apropiados.
¿Podré resistir el alcohol?
El ejercicio desgasta y el alcohol es un arma
de doble filo. Un vaso puede regular el sistema circulatorio; pero más que eso,
puede ser perjudicial. Para que soportes el entrenamiento, necesitas buena
circulación. un vaso de alcohol obtenido de algún fruto o flor fermentados
pueden ser de ayuda; sin embargo, el exceso bloquea la similación de las
proteínas que necesita tu cuerpo para reponer tejido muscular comprometido
durante el entrenamiento; en otras palabras, te impide aumentar masa.
A ello se agrega que el exceso de alcohol anula
el estado de alerta, por lo que está prohibido en deportes que requieren de
mucha concentración y coordinación. Beber para caer simpático es la mayor
tontería y revela un problema de autoestima y ansiedad que requiere ayuda
profesional, y que puede incorporar al deporte como una de las terapias.
En el caso del ejemplo, hay sexo em medio de la
embriaguez. No es una buena combinación ya que disminuye la respuesta sexual
(contrario a lo que se piensa), y si, en la inconsciencia, se te olvidó el
condón, estamos hablando de problemas mayores que pueden traer consecuencias de
por vida.
Es mi vida privada (que nadie se meta)
No hay nada de malo en que un entrenador baya a
divertirse a una discoteca o donde crea conveniente (el baile es un buen ejercicio aeróbico). Pero
que sea parte de la borrachera, nos crea dudas. Un entrenador es un tipo de
docente que se somete a la misma regla: no enseñes lo que no practicas. Y es
que el deporte es un estilo de vida integral que escapa de su propio recinto
sin que invada de forma incómoda el resto de nuestros espacios. Dicho esto, los
entrenadores pueden divertirse en privado o en público, pero deben estar
dispuestos a ser parte de la solución.
¿Hacerlo?
No se ha probado que las relaciones sexuales y
el deporte estén contraindicados. Incluso, personas que practican deporte
hablan que incrementa la potencia sexual, y eso se debe a la mayor producción
hormonal, al punto que se excitan más y mejor que el promedio, y es igual para
varones y mujeres. Aquí opera la regla
de que todo exceso es dañino, y eso incluye el uso de sustancias que
supuestamente incrementan el vigor sexual, que muchas veces terminan causando
perjuicios… aunque nadie se anyme a reportarlo.
Desvelados
No dormir es otro enemigo de quien hace
deporte. El sueño ayuda a que el cuerpo se autorrepare y que se incremente la
memoria. Para ello hace falta dormir unas ocho horas,aunque las funciones de
reparación nos toman apenas un par de ellas. Esto no quiere decir que basta
dormir poco, sino que. Al ser un proceso complejo, necesitamos todo ese tiempo
para que nos sintamos realmente descansados. Eso permite que nuestros sentidos
estén a toda potencia al siguiente día y que se incrementen nuestras defensas
naturales.
Entonces: deporte sin descanso ni alimentación
adecuada, ni un buen acompañamiento personalizado, no funciona. Tampoco el
corto plazo. El deporte no es magia pura, pero hay magia en el deporte que nos
hace más humanos. Descúbrela como es realmente y no como la venden.
Compilado por Estany Tineo con aportes de Ricardo Madeira
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